lunes, 12 de noviembre de 2007

Pacto con el diablo

…de Tasmania. Nos fuimos de puente y bajamos hasta Tasmania, tierra conocida por los Looney Toons. Así que todo un reto.

Once expedicionarios (España se quedó sin representación en Australia por cuatro días) partieron en una de las poderosas low cost aussies y se plantaron allí un miércoles de octubre. Los cuatro ICEX revivimos por unos días la experiencia albergue otra vez, aunque sin traumas.

Pero centrémonos en Tanzania, perdón, Tasmania: os cuento, es una isla situada al sur de Australia, a unos 250 kms de la costa; nació como colonia penitenciaria para acoger a vagabundos, truhanes, estafadores y prostitutas a comienzos del XIX, y hoy por hoy es lo más inglés que tienen los australianos. Su capital, Hobart, y la segunda ciudad más importante, Launceston. Y allí aterrizamos.

Este ha sido un viaje de carretera, paisajes y caminatas. Y fauna y flora, algo que ya estaba echando en falta.

Estuvimos en el oeste: en el Parque Nacional de Cradle Mountain. Allí vimos cataratas, conocimos a los rangers, recorrimos senderos inexplorados adentrándonos en las profundidades de los pinos, eucaliptos y helechos, pisando barro, oliendo a naturaleza y bordeando lagos de foto.


Y luego fuimos al centro para dormir en el este: llegamos a Frecynet Nacional Park, volvimos a hacer rutilla caminando (y a la vuelta escalando) para llegar a playas espectaculares de arena blanca, cero visitantes y agua congelada como la Wineglass. De esas que una vez pasado el calvario de la ida, piensas “merece la pena haber venido”. Dormimos en “bungalows” enfrente de la costa y jugamos al billar con pescadores ¿tasmanos?, nada más típico.


Y acabamos en el sureste: visitamos acantilados y obras de arte de la erosión y de la glaciación, y conocimos Port Arthur, el refugio, es un decir, de los malos malísimos de la época y que llegó a albergar a 12.000 hombres codo con codo.



Y llegamos a Hobart, ahora sí, la capital, la segunda ciudad más antigua de Australia. Y la ciudad más triste del último mes. Hizo de noviembre al estilo hemisferio norte, llovió, refrescó y no nos dejó que viésemos lo bueno que seguramente oculta. Solamente una zona, Salamanca, que me acercó por una foto a la tierra de más allá.

Tasmania: para mí, la isla del cielo de los Simpsons, de los paisajes a lo Tim Burton y de las gentes descendientes de convictos. Porque vaya “fauna” que hay allí, lo mejor de cada casa.

Y la tierra en la que aprendí a echar la bronca a un pequeño wallaby; en la que salí corriendo desatada por la carretera detrás de un wombat; en la que espié entornando los ojos a un tímido echidna; en la que perdí la cuenta intentando contar ovejas; y en la que ni vi de lejos a una ratilla de esas chillonas llamadas diablo de Tasmania.

1 comentario:

Pili dijo...

Ups has cambiado los kalamarcillos por los canguros... me encanta....
Espero que todo vaya bien
Bikiños perrakilla!!!