Pues el caso es que así a lo tonto casi se ha pasado un mes desde que cogí una tabla por primera vez, y también por última. Me da rabia estar tan poco centrada, tan desactualizada y tan y tan. Porque me apetece sentarme y escribir y describir en condiciones el último mes, extraño e inversamente proporcional a todo lo bueno que ha pasado. A todas las visitas. A todos los viajes. A todo el caos de ése que se disfruta. A las idas y venidas.
Y a las recién llegadas.
Decíamos ayer que las ciudades no tienen aceras, que las palabras se repiten dos veces, que yo lo que soy es Ms, con mucha sed y mucho humo negro en la retina. Tengo batiburrillo en la cabeza de gente que no hace nada. Y de calor sofocante del que atontona. Y es que hoy he dormido bien poco. Muy raro todo. ¿Qué raro esto, verdad?
El caso es que sin la posibilidad de reproducir imágenes gráficas, una pierde la emoción de enseñar al mundo el mundo que tengo por aquí. Me están arreglando la cámara. Y yo estoy en proceso de arreglar el caos disfrutado que comentaba. Vuelve la calma, no por mucho, pero sí hace ligero acto de presencia. Aquí la espero. Y en breve lo cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario