Me marcho.
Porque una humilde voz en off como la mía se merece un descanso para reflexionar sobre el rumbo que lleva su vida sin voces amigas que comenten la jugada. Porque escribo, y sólo me leen mis ojos. Pues ale, me voy.
Porque una humilde voz en off como la mía se merece un descanso para reflexionar sobre el rumbo que lleva su vida sin voces amigas que comenten la jugada. Porque escribo, y sólo me leen mis ojos. Pues ale, me voy.
De campamento.
El lunes, más. Y menos dientes, quizá.
1 comentario:
Adiós Julieta Venegas.
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